MOVIMIENTO
Calibre Chronoswiss C. 295, automático, con parada de segundos. Frecuencia: 4 Hz., 28.800 A/h (semi-oscilaciones). Reserva de marcha: aprox. 42 horas
Primero, veamos la complicación del regulador, una especialidad de Chronoswiss, sobre la esfera galvanizada azul medianoche. Al igual que un automóvil separa la velocidad del tacómetro, el regulador tiene agujas separadas por horas, minutos y segundos.
El regulador tiene una historia de 200 años como instrumento de precisión, que sirve como referencia de tiempo en los talleres de los relojeros. No solo era preciso, sino que esta asimetría simétrica también hace que la lectura del tiempo sea extremadamente legible, especialmente dada la gran manecilla de los minutos y el hecho de que solapa la manecilla de la hora solo una vez cada seis horas.
Para garantizar un color azul contrastante para una legibilidad sin compromisos, las agujas están lacadas en un tono más brillante. El minutero central en forma de trigón barre la totalidad de la esfera azul medianoche galvanizada, y la subdivisión de la hora ha sido adornada con un sofisticado guilloché. Otro punto destacado es la pequeña esfera esqueletizada a las 6 en punto, que le permite ver el movimiento automático desde el lado de la esfera.
El azul acero es el matiz utilizado en los detalles de diseño que hacen que un reloj Chronoswiss sea instantáneamente reconocible: los laterales estriados de la caja y la generosa corona cebolla, esta último un homenaje a los antiguos relojes de piloto. El azul acero no es solo para el aspecto, sino que es un tratamiento en PVD, que resiste los rasguños.