En el 2004, cuando Vacheron Constantin inauguró la serie limitada de relojes creados en honor a los Grandes Exploradores, la compañía con base en Ginebra ha desplegado una feroz determinación para asegurar la continuidad de uno de sus mas fundamentales valores: la tradición artesanal involucrada al fino trabajo de crear relojes “metiers d’art” -o artesanías. El profundo sentimiento de compromiso de Vacheron Constantin es el de de resaltar el valor de aquel arte decorativo, que continua aun hoy, mediante una magnifica demostración de habilidades fielmente cultivadas por los mas antiguos artesanos de la relojería en los pasados 250 años.

Claramente orientado a la excelencia, Vacheron Constantin devela una vez más dos genuinas piezas de arte, desde el punto de vista mecánico y estético, gracias a un movimiento patentado que conduce a una asombrosa lectura del tiempo, con una esfera eminente debido a su extrema complejidad y tradicional arte de esmaltado “grand feu”. Un logro digno de aquellos obtenidos por los Grandes Exploradores de los siglos pasados, arriesgando sus vidas en cada viaje a través de la tierra y el mar, contribuyendo así al avance de toda la Humanidad.

Tributo a Marco Polo y Cristóbal Colón

Después de crear los dos primeros modelos de la colección, uno de ellos dedicado al Almirante Chino Zheng Hé, intrépido explorador de la dinastía Ming y sus descubrimientos en el Océano Indico, y el otro al portugués Fernando de Magallanes, descubridor del estrecho que lleva su nombre, Vacheron Constantin rinde un resplandeciente tributo a dos de los mas famosos viajeros del mundo: Marco Polo y Cristóbal Colón. Estos dos extraordinarios relojes, enteramente hechos a mano con paciencia y pasión, mediante un cuidado meticuloso y el deseo por alcanzar la perfección, están en armonía con el espíritu de los “Cabinotiers” de Ginebra, rememorado por los fundadores de la marca. La demandante naturaleza que este trabajo conlleva justifica una edición limitada de 60 piezas por cada modelo. Proveniente de la emblemática línea “Métiers d’Art”, el exclusivo mecanismo de estos modelos requiere de dispositivos inusuales, incorporados dentro de la excepcional esfera que representa la increíble travesía de estos grandes aventureros, que partieron en búsqueda de lo desconocido. Un misterioso viaje en el cual el tiempo no es contado, sino saboreado, como un precioso e invaluable privilegio. Un legado. Trasponer el viaje de los grandes exploradores del mundo en la esfera de un reloj, fue el asombroso desafío tanto técnico como estético que han aceptado los artesanos de Vacheron Constantin, basándose en el estilo de Ginebra para la manufactura de relojes.

El esmaltado “Grand Feu” en la esfera policroma consiste en dos partes, una de ellas parcialmente superpuesta a la otra. La parte superior representa un mapa histórico que remite a las tierras conquistadas por el gran explorador. Los doce números indicadores de las horas se mueven a través de una escala de 132° en la parte inferior de la esfera de este misterioso reloj, encarnando las más finas tradiciones de la Alta Relojería y caracterizando una asombrosa complicación.

Un movimiento de Vacheron Constantin que hace al tiempo viajar

Llevando sus conocimientos hacia las nuevas fronteras de la excelencia, los ingenieros y artesanos relojeros han desarrollado una complicación de extrema fiabilidad del movimiento de auto cuerda. Equipado con el movimiento Vacheron Constantin Calibre 1126AT, el cual envía al tiempo a navegar por la estela cartográfica de estos intrépidos aventureros. En el corazón del reloj se encuentra un mecanismo altamente sofisticado, patentado, que conduce ambas partes de la esfera gracias a un numero de dispositivos altamente sofisticados, acoplados por levas con la forma de la firma de la marca: la cruz Maltesa.

Corona giratoria, fingerpieces posicionales, soporte numeral con satélites rotatorios: todos dispositivos exclusivos, desarrollados por ingenieros de la marca, que aseguran una original lectura del tiempo. La rueda de la hora se caracteriza por tres brazos extendidos por un satélite. Cada uno transporta cuatro numerales de la hora, apuntados en la dirección determinada por una leva en forma de la cruz Maltesa. La corona de la hora gira de forma que se alinea al satélite, soportando el numeral con la hora adecuada dentro del hueco y la corona de la hora, haciéndolo mover de izquierda a derecha exactamente una hora por encima de la escala de los minutos en el área inferior de la esfera. De este modo, constantemente contando el tiempo, el viaje de las horas hacia el lejano margen superior de la esfera, orientado a la mitad inferior, transforma el numeral de las horas en una mano simbólica especificando el numero de los minutos a simple vista. El resultado de la mágica danza de las horas esta basado en una ingeniosa configuración, como producto de una considerable cantidad de investigación y exhaustivo desarrollo.

Este viaje del tiempo a través del tiempo es una ponderosa metáfora de las largas, dificultosas y a menudo riesgosas travesías emprendidas por los Grandes Exploradores en orden de sofocar su sed de descubrimiento.

El consagrado arte del esmaltado “Grand feu”

La serie limitada de “Métiers d’Art Tribute to Great Explorers” da lugar privilegiado al esmaltado “grand feu”, una de las mas viejas y remarcables tradiciones artesanales de la Alta Relojería.

Este noble oficio, consistentemente cultivado en las confecciones de Vacheron Constantin, se ha vuelto tan poco frecuente que solo algunos artesanos alrededor del mundo pueden afirmar poseer el dominio de esta técnica. Este arte tradicional es, en efecto, caracterizado por su abrumadora complejidad y exquisita delicadeza.

El proceso de esmaltado consiste en añadir los colores componiendo un motivo, punto por punto, mediante un pincel de punta fina, comenzando por el contorno. Cada aplicación de esta pasta de vidrio coloreado requiere de ademanes extremadamente rigurosos y precisos, antes de colocar la esfera por algunos minutos en un horno calentado a temperaturas de aproximadamente 700 grados Celsius. Una vez que se enfría, el esmaltado es lijado gentilmente para no arruinar el efecto. Mientras arde en el horno, los colores pueden cambiar y hasta encogerse. Es por esto que la habilidad y experiencia de los artistas del esmaltado juega un rol esencial en el procedimiento, al final del cual se aplica un flujo traslucido para proteger el esmalte antes de un último fogonazo a 900 grados Celsius, luego suavizado y finalmente pulido. Cada nueva aplicación de color implica el mismo esquema de operaciones, y la pieza puede ser horneada al menos 30 veces en total. He aquí donde la dificultad de este arte ancestral se vuelve aun mas aparente. Totalmente impredecible por naturaleza, el proceso de esmaltado “grand feu” puede acabar en un instante con el paciente, meticuloso trabajo del artista. Ocasionalmente rebelde y constantemente caprichoso, el esmalte requiere que progresiva y cautelosamente sea enfriado a temperatura ambiente, para así evitar cualquier tensión que pudiera resultar destructiva; hasta el punto de causar que la pieza de arte, literalmente, “explote”. El más mínimo desliz podría causar un daño irreversible y obligar al artesano a empezar otra vez.

El exquisito trabajo especifico de las esferas en los modelos de “Métiers d’Art Tribute to the Great Explorers”

En la caja de las esferas de los relojes de la colección “Métiers d’Art Tribute to the Great Explorers”, las dos partes deben ser esmaltadas al mismo tiempo para asegurar de que hagan juego una con otra: los mismos colores, el mismo tiempo de horneado, el mismo resplandor. La naturaleza artesanal de la tarea hace de cada ejecución y de cada esfera una verdadera y única pieza de arte.

Pero cada sacrificio trae su recompensa para cada artesano del esmalte, esto significa una creación literalmente lindante a la perfección. De este modo, asociado con el arte de la relojería, esta tradicional artesanía revela el verdadero tamaño de su prodigiosa estatura. El resultado es de lo más atractivo, en el que la detallada representación de las rutas navegadas por los Grandes Exploradores esta engalanada por magníficos matices de color, en la gama de los azules del mar hasta el ocre naranja de la tierra seca. Una espectacular hazaña que expresa el verdadero valor del más meticuloso cuidado.

Fuente: Vacheron Constantin

www.vacheron-constantin.com

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(Se ruega referir a europastar.com)