E
ste reloj es sorprendente por decir lo menos, y a primera vista uno se rasca la cabeza, preguntándose cómo demonios puede cumplir su tarea básica de dar la hora. Nació, probablemente durante una noche de insomnio, en la cabeza de Sébastien Billières, un maestro relojero descrito como un «talento original», que tiene su propia forma peculiar de diseñar movimientos 3D «en su mente», como Catherine Henry, la joven empresaria y cofundadora de Genus, explica. Fascinadaa por el simbolismo contenido en el número 8: la eternidad, pero también el analemma, la forma ’8’ trazada por el sol durante el transcurso de un año como se ve desde un punto fijo al mismo tiempo, y ansiosa por ver un componente mecánico moviéndose libremente alrededor de un reloj, cuando la relojería se basa tradicionalmente en componentes fijos impulsados por engranajes en movimiento, soñó y produjo su Genus (del Latín, familia, pero también posición cero, punto de partida).