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El Tutima «Hommage» como símbolo de sus nuevas ambiciones

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noviembre 2011


La marca Tutima acaba de presentar el primer repetidor de minutos totalmente de fabricación Alemana, y nunca antes realizado en la ciudad de Glashütte, donde recientemente se han re-establecido pequeños fabricantes. Su nombre es «Tutima Minute Repeater Hommage». ¿Por qué y cómo esta marca, conocida sobre todo por sus relojes de aviador y deportivos, decide lanzarse a la creación de un reloj tan complicado y sofisticado como un repetidor de minutos? Para entender mejor las razones, vamos a dar unos pasos atrás para remontarnos al año 1927.

El Tutima «Hommage» como símbolo de sus nuevas ambiciones

Un visionario

Al final de la Primera Guerra Mundial, Alemania estaba en una situación de crisis total. La industria relojera con sede en Glashütte sufrió dramáticamente y sólo Lange y una o dos marcas lograron mantenerse a flote en las aguas turbulentas. La cooperativa DPUG (por Deutsche Präzisions-Uhrenfabrik Glashütte), que trató de reagrupar a las empresas supervivientes, fue creada en 1918, pero a mediados de la década de 1920, se declaró en quiebra. En 1927, la DPUG fue adquirida por un banco cooperativo, el cual fundó UROFA y UFAG , y el Dr. Ernst Kurtz, con 26 años, fue nombrado para dirigir UROFA.

Kurtz era un visionario. Él decidió poner fin a toda la producción de relojes de bolsillo e industrializar la profesión. Su estrategia consistió en dividir las actividades en dos partes. Por un lado, una empresa que producía los movimientos, mientras que por otro lado, otra empresa los colocaría en las cajas. Es importante destacar que las marcas comenzaron a comercializar esta producción con relojes de buena calidad que también eran accesibles de acuerdo a la visión de Kurtz.

La atención se centró tanto en la precisión como en la fiabilidad, y se plantearon los estándares de calidad. Se diseñaron dos movimientos básicos: calibre 58, un tipo de movimiento llamado «Raumnutzwerk», y el calibre 59, un movimiento que daría a luz al primer cronógrafo flyback totalmente Alemán, rompiendo así el monopolio de Suiza. Alrededor de 1935, entre otras marcas, Kurtz había creado Tutima (del Latín tutus, stutissima, que significa «protegido»). Tutima estaba destinada a recibir lo mejor de lo que salió de Glashütte, en particular, el nuevo calibre UROFA 59. El Tutima «Fliegerchronograph», estaba considerado como la referencia absoluta en el dominio de los relojes para pilotos, y se produciría en la cantidad de 30.000 unidades, convirtiéndose en el reloj de la Luftwaffe.

El Tutima «Hommage» como símbolo de sus nuevas ambiciones

Tutima Hommage Minute Repeater: Mecánico con movimiento de carga manual. Diámetro: 32 mm. Altura: 7,2 mm. 42 rubíes, tres de los cuales están atornillados en chatones de oro. Escape: volante con 14 contrapesos de oro atornillados y 4 tornillos reguladores espaciados, en hembras con rosca; muelle de espiral del volante libre, tipo Breguet, paletas basculantes abombadas. Frecuencia del volante: 21.600 vibraciones por hora (3 hertz). Reserva de marcha: 72 horas. Características especiales: piezas planas en acabado mate, doradas; platina tres cuartos Glashütte; coq del volante grabado a mano con relieve grabado; ruedas de cuerda con “click” y pulido en patrón de rayos solares, todas las 500 piezas están acabadas a mano, todas las piezas adicionales del repetidor de minutos portan un fino pulido espejo Glashütte. Funciones: horas, minutos, segundos subsidiarios, hora, cuarto de hora, y repetidor de minutos en dos gongs espaciados por un tercero y asegurados en la caja para una óptima calidad sonora. Caja: oro rosa o platino, diámetro 43 mm, altura 13,4 mm; cristal de zafiro con cobertura anti-reflectante por ambas caras; trasera de cristal de zafiro con cobertura anti-reflejos y el logo de Tutima. Esfera: oro macizo con un fino plateado ( para las versiones de platino y las cinco de oro rosa reducido a un estrecho anillo alrededor del perímetro); agujas hechas a mano en oro o acero azulado. Correa: piel de cocodrilo, cierre en oro rosa o platino. Precio: en oro rosa, limitada a 20 piezas, cinco versiones con un estrecho anillo alrededor del perímetro o en toda la esfera (168.000€). En platino, limitada a cinco piezas (179.000€).

Tutima va al oeste

Al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Ernst Kurtz decidió trasladarse a Occidente debido al avance del Ejército rojo Soviético (de hecho, al principio de la guerra Kurtz se encontró en problemas con los Nazis, ya que lo había intentado todo para mantener a sus jóvenes relojeros fuera del campo de batalla, y fue encarcelado por la Gestapo por un breve tiempo). Su sueño era volver a crear «Glashütte», primero bajo su propio nombre y luego bajo el nombre de Tutima. Pero, a pesar de las decenas de millones de movimientos que produjo con éxito en los años siguientes, el negocio se derrumbó y en 1959, los bancos le obligaron a cerrar el negocio.

En la década de 1960, un ex-empleado llamado Dieter Delecate había adquirido Tutima, con la intención de rehacer el famoso reloj de piloto de la marca. Para lograr su objetivo, re-diseñó el reloj y lo vendió en el mercado profesional. A principios de la década de 1980, se convirtió en el reloj oficial de la Bundeswehr y de la OTAN.

Retorno a Glashütte

En 2005, Dieter Delecate – todavía a la cabeza de Tutima hoy en día - decidió regresar parcialmente al lugar de nacimiento de la marca. Encontró y restauró un edificio en Glashütte, y contrató a un maestro relojero llamado Rolf Lang. Persona de vasta experiencia en la relojería, Lang fue también un ex-curador del famoso «Salón de las Matemáticas y la Física» en el Palacio barroco de Zwinger en Dresde, que alberga algunos de los relojes históricos más importantes del mundo.

Delecate pidió a Lang el diseño de un reloj que rindiera homenaje al glorioso pasado de Glashütte, en general, y al Dr.Kurtz, en particular. Dado que el repetidor de minutos no había sido totalmente diseñado y producido en Glashütte (los relojes de repetición de minutos que salían de las fábricas de Glashütte se hicieron con componentes Suizos), se tomó la decisión de tratar de hacer uno. En 2007, se contrató a varios jóvenes relojeros y en 2011, la marca presentó el Hommage Tutima Minute Repeater. Se produciran Veinticinco piezas del modelo Hommage en total, de los cuales 15 tendrán una esfera plana y el resto, 10, tendrán una esfera esqueletizada. La pieza tiene 550 componentes, incluyendo las paletas, la rueda de paletas, los muelles de barrilete, etc, todos están hechos en la propia manufactura. Con la única excepción de la espiral del volante.

El Tutima «Hommage» como símbolo de sus nuevas ambiciones

Convirtiéndose en la marca deportiva Alemana

Como Frank Müller (que no debe confundirse con otro famso hombre/marca del mismo nombre), CEO adjunto de Glashütte Original y ahora consultor de Tutima (Müller es también el diseñador del maravilloso German Watch Museum de Glashütte, solicitado en su tiempo por Nicolas Hayek, ya que Glashütte Original está dentro de las marcas del Swatch Group. Para más información sobre Glashütte Original, vea el artículo en este número de Timm Delfs), explica, «el Tutima Hommage Minute Repeater es un ejemplo del savoir-faire relojero de la marca».

Este espectacular repetidor de minutos, que será seguido por otras realizaciones importantes, no debe hacernos olvidar que el objetivo de Tutima es llegar a ser en esencia «la referencia en el área de los relojes deportivos Alemanes». Y como «Alemán», está claro que Tutima tiene intención de volver plenamente a sus raíces históricas. Después de la fase de transición actual, el objetivo declarado de la marca, con el tiempo, es producir calibres básicos que son 100 por cien Tutima. Estos serán movimientos económicos, pero con una gran calidad «Made in Germany», con la intención de realizarlos totalmente en Glashütte. A pesar de que el tejido industrial de la ciudad fue devastado gravemente por la guerra, seguido por el nefasto período comunista, está en proceso de reconstrucción.

El objetivo de Tutima, tan audaz y arriesgado como es, se alinea estrechamente con la historia de Glashütte. Desde el comienzo de la industria de la relojería en este valle de Sajonia, el objetivo ha sido hacer verdaderos instrumentos de precisión que, como el Dr. Kurtz demostró en su momento, combinan calidad y precios asequibles. Este es un reto que Tutima, alentada por su legitimidad completamente re-fundada en la relojería, tiene la intención de dominar plenamente.

Fuente: Europa Star Magazine Octubre - Noviembre del 2011

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